sábado, 18 de abril de 2020

Papa Pablo VI

Papa Pablo VI




Biografía

           Paulo VI o Pablo VI,​ de nombre secular Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini nació Concesio, cerca de Brescia, Lombardía el 26 de septiembre de 1897, fue el papa 262.º de la Iglesia católica y soberano de la Ciudad del Vaticano desde el 21 de junio de 1963 hasta su muerte el 6 de agosto de 1978.

             Giovanni Battista Montini nació en el año 1897 en Concesio, una población de la provincia de Brescia, Lombardía. Fue el segundo de los tres hijos de Giorgio Montini, que era abogado, periodista, director de la Acción Católica y miembro del Parlamento de Italia, y de Giudetta Alghisi, perteneciente a una familia de la nobleza rural. Tuvo dos hermanos: Francesco Montini, que sería médico, y Ludovico Montini, que sería abogado y político. El 30 de septiembre de 1897, fue bautizado con el nombre de Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini. ​Asistió a la escuela Cesare Arici ―dirigida por jesuitas― y en 1916 recibió un diploma de la escuela pública Arnaldo da Brescia. Su educación fue interrumpida a menudo por episodios de enfermedad.


Sacerdocio


            En 1916, entró en el seminario de Brescia para convertirse en sacerdote, lo que finalmente logró el 29 de mayo de 1920, celebrando su primera misa en su pueblo natal, en la iglesia de la Madonna delle Grazie, que estaba cerca de la casa de sus padres. Montini concluyó sus estudios en Milán con un doctorado en Derecho Canónico ese mismo año. ​Más tarde estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana, en La Sapienza y, a petición de Giuseppe Pizzardo, en la Academia Pontificia Eclesiástica. En 1922 a la edad de 25 años, y a petición de Pizzardo, Montini entró a la Secretaría de Estado de la Santa Sede, donde trabajó junto con Francesco Borgongini Duca, Alfredo Ottaviani, Carlo Grano, Domenico Tardini y Francis Spellman.


Carrera en la Santa Sede y episcopado

          La única experiencia diplomática en el extranjero de Montini fue durante su estadía en la nunciatura de Varsovia, Polonia, en 1923. Su capacidad de organización lo llevó a una carrera en la Curia Romana. En 1931, el cardenal Eugenio Pacelli le nombró profesor de historia en la Academia Pontificia para diplomáticos. ​En 1937, después de que su mentor Giuseppe Pizzardo fuera nombrado cardenal, Montini fue nombrado «sustituto de relaciones ordinarias» por el cardenal Pacelli, que era secretario de Estado de Pío XI. La elección de Pacelli como papa en 1939, era prevista por todos y abiertamente promovida por el fallecido Pío XI en sus últimos años. Esto era un buen augurio para Montini, cuya posición dentro de la Santa Sede fue confirmada por el nuevo secretario de Estado Luigi Maglione. Todas las mañanas hasta 1954, Montini se reunía con Pío XII, desarrollando una relación cercana y estrecha.

              Montini también estuvo implicado en el restablecimiento de la Iglesia Asilo, proporcionando protección a cientos de soldados aliados, que habían escapado de los campos de prisioneros del Eje; judíos, antifascistas, socialistas, comunistas, y después de la liberación de Roma, a soldados alemanes, partidarios y otras personas desplazadas. Después de la segunda guerra mundial y luego como papa, Montini convirtió la Pontificia Commissione di Assistenza, en la mayor organización católica italiana, Caritas Italiana.

            Después de la muerte del cardenal Alfredo Ildefonso Schuster en 1954, Montini fue nombrado para el puesto de más alto rango en la iglesia italiana, el de arzobispo de Milán, que lo convirtió de forma automática en el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.


Cardenal


             Aunque era visto como «papable» para suceder a Pío XII, y aunque parece haber recibido algunos votos en el cónclave de 1958, ​Montini no era miembro del Colegio cardenalicio y por lo tanto no era un candidato serio en ese cónclave. ​En aquella elección, el patriarca de Venecia, Angelo Roncalli, fue elegido papa y asumió el nombre de Juan XXIII. El 17 de noviembre de 1958, a menos de tres semanas después de su elección, L'Osservatore Romano anunció un consistorio para la creación de nuevos cardenales. Esta lista estaba encabezada por el nombre de Montini, y así fue elevado al cardenalato el 15 de diciembre de 1958, convirtiéndose en cardenal presbítero de SS. Silvestro e Martino ai Monti. Juan XXIII lo nombró simultáneamente en varias congregaciones de la Curia Romana, dando lugar a muchas visitas de Montini a Roma en los siguientes años. También en sus labores cardenalicias visitó diversos países en continentes extranjeros.


Pontificado


             Cuando Juan XXIII murió de cáncer de estómago, el 3 de junio de 1963, Montini fue elegido para el papado en el cónclave siguiente y tomó el nombre de Pablo VI. Según palabras del mismo Montini, él sabía lo que venía. Pablo VI acabó con parte del esplendor externo y el ceremonial tradicional del papado. Fue el último papa hasta la fecha en ser coronado; su sucesor Juan Pablo I sustituirá la coronación pontificia (que Pablo ya había modificado sustancialmente, pero que dejó como obligatoria en 1975 en su Constitución Apostólica Romano Pontifici Eligendo), con una toma de posesión del papa. Pablo VI donó su propia tiara papal, un regalo de la archidiócesis de Milán, a la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington DC (donde está en exhibición permanente en la cripta) como un regalo a los católicos estadounidenses.

           Con la creación de 144 purpurados, la mayor parte no italianos, en seis consistorios remodeló notablemente el Colegio cardenalicio y acentuó su carácter de representación universal. Durante el pontificado desarrolló, además, la acción diplomática y la política internacional de la Santa Sede, comprometiéndose en favor de la paz —gracias a la institución también de una especial jornada mundial celebrada desde 1968 el 1 de enero de cada año— y prosiguiendo el diálogo con los países comunistas de Europa central y oriental comenzado por Juan XXIII.

           En 1970, con una decisión sin precedentes, declaró doctoras de la Iglesia a dos mujeres, Santa Teresa de Ávila y Santa Catalina de Siena. Y en 1975, tras el jubileo extraordinario que tuvo lugar en 1966 para la conclusión del Vaticano II y el Año de la fe celebrado entre 1967 y 1968 con ocasión del XIX centenario del martirio de los santos Pedro y Pablo, convocó y celebró un Año Santo.


Desarrollo y fiscalización del Concilio Vaticano II


            Pablo VI abrió la segunda sesión el 29 de septiembre de 1963, como así también las siguientes sesiones, y tuvo a su cargo el inicio de la aplicación de sus decretos a partir del 7 de diciembre de 1965, cuando concluyó la cuarta y última sesión conciliar. Su pontificado, por tanto, estuvo marcado por la concreción del espíritu del Concilio en la renovación y modernización de la Iglesia católica y de sus enseñanzas. Frente a las interpretaciones en conflicto y las controversias, dirigió la puesta en práctica de sus objetivos de reforma, que incluía la mayor revisión a la misa jamás hecha, y la primera revisión importante desde el Concilio de Trento, que tuvo lugar 400 años antes del Concilio Vaticano II.

          En su discurso de reapertura del Concilio Vaticano II el 29 de septiembre de 1963, Pablo VI señaló cuatro prioridades: Una mejor comprensión de la Iglesia católica, es decir, una definición más completa de su naturaleza y del papel del obispo, la renovación de la Iglesia, la restauración de la unidad de los cristianos, el comienzo del diálogo con el mundo contemporáneo.

Orientación ecuménica

        Durante el Concilio Vaticano II, los padres conciliares evitaban realizar declaraciones que pudieran herir a cristianos de otras confesiones. El cardenal Augustin Bea, presidente del Secretariado para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (una comisión preparatoria al Concilio, creada por el papa Juan XXIII, que más tarde recibiría el nombre de Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos), había contado siempre con el pleno apoyo de Pablo VI en su intento de garantizar que el texto del Concilio fuera amistoso y abierto a la sensibilidad de las iglesias protestantes y ortodoxas, a quienes había invitado a todas las sesiones a petición del papa Juan XXIII. Bea también participó activamente en la confección del documento Nostra aetate, que regulaba la relación de la Iglesia católica con el judaísmo y con los creyentes de otras religiones, y que finalmente fue aprobado por 2221 votos contra 88, el 28 de octubre de 1965. El Concilio debatió sobre los textos de la Iglesia, sobre el ecumenismo y la liturgia. Pablo VI afirmó a los padres reunidos que tenía la intención de visitar Tierra Santa, dónde ningún otro papa había estado desde San Pedro.

Conclusión del concilio

Misa de Clausura del Concilio Vaticano II

           Pablo VI abrió la tercera sesión del Concilio el 14 de septiembre de 1964, diciendo a los padres conciliares, que él veía el texto sobre la Iglesia como el documento más importante para finalizar el Concilio. A medida que el Concilio había debatido el papel de los obispos en el papado, Pablo VI emitió una nota explicativa que confirmaba la primacía del papado, un paso que fue visto por algunos como una intromisión en los asuntos del Concilio de los obispos. ​Los estadounidenses presionaron para lograr una pronta resolución sobre la libertad religiosa, pero Pablo VI insistió en que esto sería aprobado junto con otros textos relacionados, tales como el ecumenismo. El papa finalizó el tercer período de sesiones el 21 de noviembre de 1964, con el pronunciamiento oficial de María como «madre de la Iglesia».

          Entre las sesiones tercera y cuarta, el papa anunció reformas en los ámbitos de la Curia Romana, la revisión del derecho canónico, la reglamentación para los matrimonios mixtos con participantes de varios credos, y las cuestiones del control de la natalidad. La última y final sesión del Concilio, fue concelebrada con los obispos de países donde la Iglesia era perseguida. Varios textos propuestos para su aprobación debieron ser cambiados, siendo finalmente todos aprobados. El Concilio concluyó el 8 de diciembre de 1965, en la fiesta de la Inmaculada Concepción.

Reformas en la Iglesia

Sínodo de obispos: El 14 de septiembre de 1965 se estableció el Sínodo de los obispos como institución permanente de la Iglesia y órgano asesor del papado.

Reformas en la Curia: El 28 de marzo, con su Pontificalis domus, y en otras varias constituciones apostólicas adicionales en los siguientes años, se renovó toda la Curia, que incluía la reducción de la burocracia, la racionalización de las congregaciones existentes y una representación más amplia de los no italianos.

Elecciones papales: Pablo VI revolucionó las elecciones papales, ordenando que sólo los cardenales de edad inferior a 80 años podrían participar en futuros cónclaves. En su motu proprio Ecclesiae sanctae, del 6 de agosto de 1966, se invitó a todos los obispos a presentar su jubilación a más tardar al cumplir los 75 años. ​Este requisito se hizo extensivo a todos los cardenales en 1970.

Misa de Pablo VI: La reforma de la liturgia había sido parte de los movimientos litúrgicos en el siglo XX, principalmente en Francia, con Robert Schuman, y en Alemania, con Romano Guardini, que fueron reconocidos oficialmente por Pío XII en su encíclica Mediator Dei. Durante el pontificado de Pío XII, el Vaticano flexibilizó las regulaciones sobre el uso del latín en la liturgia, lo que permitió un cierto uso de las lenguas vernáculas en los bautizos, funerales y otros eventos. En 1951 y 1955, las liturgias de Semana Santa fueron sometidas a revisión, sobre todo incluyendo la reintroducción del Triduo Pascual. ​El Concilio Vaticano II continuó con el mandato de una revisión general del Misal Romano. En abril de 1969, Pablo VI aprobó el «nuevo orden de la misa» (promulgado en 1970), que incluía muchas revisiones y cambios sustanciales, como la introducción de tres nuevas plegarias eucarísticas, la supresión de las oraciones de larga duración, tales como las oraciones al pie del altar y el último Evangelio, la reintroducción de las oraciones que habían caído en desuso, como la Oración de los Fieles, y la aprobación para el uso de las lenguas vernáculas. Hubo otras instrucciones emitidas por el papa en 1964, 1967, 1968, 1969 y 1970 que se centraron en la reforma de todas las liturgias de la Iglesia católica.

Reformas en las órdenes menores: Tras el Concilio Vaticano II, el 15 de agosto de 1972 Pablo VI firmaba la Carta en forma de Motu Proprio "Ministeria quaedam", por la cual suprimía las llamadas "Órdenes menores" y se transformaban en ministerios laicales.

Reorganización del Santo Oficio: El 7 de diciembre de 1965, Pablo VI redefinió las competencias y la estructura de la congregación. Además, cambió su denominación a Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, respondiendo a numerosas quejas sobre los métodos utilizados por la Inquisición para el examen de las doctrinas y dando prioridad a la naturaleza positiva de la corrección de errores sobre la base de que "la fe se defiende mejor con la promoción de la doctrina".​ En este sentido, fue abolido el Índice de libros prohibidos, cuya última edición fue publicada en 1948 bajo Pío XII.
Hasta 1968 el prefecto de la Congregación era el papa quien, sin embargo, rara vez ejercía esta función, delegando esa tarea a un cardenal, con el título de secretario. Desde esa fecha, el título de prefecto es ejercido por un cardenal u obispo a la cabeza del departamento. La secretaría es la segunda posición más alta en el orden de importancia de la Congregación.

Encíclicas

  • Mense Maio: La encíclica Mense maio se centró en la Virgen María, a la que tradicionalmente el mes de mayo se le dedica como la Madre de Dios.
  • Ecclesiam suam: Sobre la identificación de la Iglesia Católica con el Cuerpo de Cristo.
  • Christi Matri: Súplicas a la Santísima Virgen en el mes de septiembre.
  • Mysterium Fidei: Sobre el misterio de la fe. Se opuso a las nociones relativistas que le han dado a la Eucaristía sólo un carácter simbólico.
  • Sacerdotalis Caelibatus: Defiende la tradición católica del celibato sacerdotal. Esta encíclica fue escrita a raíz del Concilio Vaticano II, cuando la Iglesia Católica fue cuestionada y muchas de las prácticas antiguas fueron sometidas a revisión.
  • Populorum progressio: Trató el tema del «desarrollo de los pueblos» y que la economía del mundo debía servir a la humanidad y no sólo a unos pocos.
  • Humanae vitae: De sus siete encíclicas, la más conocida es la Humanae vitae, publicada el 25 de julio de 1968. En esta encíclica se reafirmó el punto de vista tradicional de la Iglesia católica sobre el matrimonio y las relaciones conyugales y la condena permanente del control de la natalidad.


Muerte

Tumba donde reposan los restos de S.S Pablo VI

        Murió el 6 agosto de 1978, por la tarde, en la residencia de Castelgandolfo, casi improvisamente. El Papa sufrió un infarto agudo de miocardio, después de lo cual continuó luchando por su vida durante tres horas. Tras el funeral que se celebró el 12 en la plaza de San Pedro, fue sepultado en la basílica vaticana.

       El 11 de mayo de 1993 se inició en la diócesis de Roma la causa de canonización. El 9 de mayo de 2014 el Papa Francisco autorizó a la Congregación para las causas de los santos la promulgación del decreto relativo al milagro atribuido a su intercesión. Pablo VI fue beatificado el 19 de octubre de 2014 por el Papa Francisco.

Ceremonia de canonización 

Fue canonizado por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro el 14 de octubre de 2018


Para obtener el documento hacer click: https://drive.google.com/open?id=1wH8o9I4y2_omH__gjdbs0UPlCq66yHAk

Papa Juan XVIII


Papa Juan XXIII 



Biografía

            Juan XXIII de nombre secular Angelo Giuseppe Roncalli nació en Sotto il Monte, Bérgamo, Lombardía, Italia el 25 de noviembre de 1881, fue el 261°. Papa de la Iglesia católica y soberano de la Ciudad del Vaticano entre 1958 y 1963. Fue el cuarto hijo de un total de catorce,​ del matrimonio formado por Giovanni Battista Roncalli (1854–1935), de distante ascendencia noble, y Marianna Giulia Mazzolla (1854–1939). Trabajaban como aparceros. El ambiente religioso de su familia y la vida parroquial bajo la guía del padre Francesco Rebuzzini, le proporcionaron a Angelo formación cristiana.


Ministerio Sacerdotal


            Angelo Roncalli entró en el seminario de Bérgamo en 1892 y recibió la tonsura dos años más tarde.​ En 1896 fue admitido en la Orden Franciscana Seglar por el director espiritual del seminario de Bérgamo, el padre Luigi Isacchi.​ Hizo una profesión de esa Regla de vida el de mayo de 1897. En septiembre de 1900 se trasladó a Roma para continuar su formación sacerdotal en el Pontificio Seminario Romano, formación interrumpida en 1901-1902 por el servicio militar. El 13 de junio de 1903 se doctoró en Teología, frente a un tribunal constituido entre otros por Eugenio Pacelli, quien sería más tarde Pío XII.​ El 10 de agosto de 1904 fue ordenado sacerdote en la basílica de Santa María de Monte Santo, en la Piazza del Popolo.​


Episcopado 


            El papa Pío XI lo designó simultáneamente arzobispo de Areopoli y enviado oficial para Bulgaria el 3 de marzo de 1925. El 19 de marzo de 1925 Angelo Giuseppe Roncalli fue consagrado arzobispo titular de Areopoli; eligió como su lema episcopal "Obedientia et Pax", divisa que tomó del cardenal Caesar Baronius, de quien había escrito un libro y a quien consideraba modelo de obispo.​ En Bulgaria, realizó su labor apostólica visitando las comunidades católicas y estableciendo relaciones de respeto y estima con otras comunidades cristianas, en especial de la Iglesia Ortodoxa. El 30 de noviembre de 1934 fue designado arzobispo titular de Mesembria,​ delegado apostólico para Turquía (vicario apostólico de Estambul, antigua Vicaría Apostólica de Constantinopla), y Delegado Apostólico para Grecia. El 23 de diciembre de 1944, el papa Pío XII lo nombró nuncio apostólico de Francia.6​ Contribuyó a normalizar la organización eclesiástica en Francia, desestabilizada por los obispos acusados de colaborar con los alemanes.

Cardenal y Patriarca de Venecia


            El 12 de enero de 1953 el papa Pío XII lo creó cardenal presbítero con el título de Santa Prisca, siendo designado tres días después como patriarca de la diócesis de Venecia.​ Durante los seis años en que permaneció en ese cargo, tuvo un desempeño esencialmente pastoral, impulsando el sínodo diocesano.
            Como patriarca de Venecia, solía navegar por los canales de la ciudad sin la vestimenta de cardenal, y detenerse para hablar con los gondoleros, las prostitutas y menesterosos, quienes le contaban sus problemas.​ Su forma de ejercicio del poder se caracterizó por el servicio y el perdón.

Pontificado


            El 28 de octubre de 1958, en el cuarto día del cónclave y contando con casi 77 años,  Roncalli fue elegido papa ante la sorpresa de todo el mundo. Escogió el nombre de Juan (nombre de su padre y del patrón de su pueblo natal, aunque escogió este nombre en razón de Juan el Bautista y Juan el Evangelista). Fue entronizado el 4 de noviembre (21 días antes de su cumpleaños 77) por el cardenal Nicola Canali, protodiácono de San Nicola in Carcere Tulliano. Después del largo pontificado de su predecesor Pío XII, los cardenales parecieron escoger un papa de transición a causa de su avanzada edad y de su modestia personal.

        Fue el primero desde 1870 que ejerció su ministerio de obispo de Roma visitando personalmente las parroquias de su diócesis. Al cabo de dos meses de haber sido elegido, dio ejemplo de obras de misericordia: por Navidad visitó los niños enfermos de los hospitales Espíritu Santo y Niño Jesús; al día siguiente fue a visitar los prisioneros de la cárcel Regina Coeli.

        En su primera medida de gobierno como papa, que le enfrentó con el resto de la curia, redujo los altos estipendios (y la vida de lujo que, en ocasiones, llevaban los obispos y cardenales). Asimismo, dignificó las condiciones laborales de los trabajadores del Vaticano, que hasta ese momento carecían de muchos de los derechos de los trabajadores de Europa, y además retribuidos con bajos salarios. Por primera vez en la historia nombra cardenales indios y africanos.

      Durante su pontificado nombró 37 nuevos cardenales, entre los cuales por primera vez un tanzano, un japonés, un filipino, un venezolano, un uruguayo y un mexicano.

        Su magisterio social en las encíclicas Mater et Magistra y Pacem in terris fue profundamente apreciado. En ambas pastorales se insiste sobre los derechos y deberes derivados de la dignidad del hombre como criatura de Dios.

        La encíclica Pacem in terris fue dirigida no solo a los católicos, sino «a todos los hombres de buena voluntad». Escrita en plena guerra fría luego de la crisis de los misiles en Cuba de octubre de 1962, la encíclica contiene un rechazo incondicional de la carrera de armamentos y de la guerra en sí misma. Sostiene que en la era atómica resulta impensable que la guerra se pueda utilizar como instrumento de justicia. Esto, a su vez, implicó una virtual abolición del concepto de guerra justa.

Concilio Vaticano II

            El 11 de octubre de 1962 el papa Roncalli abrió el Concilio Vaticano II en San Pedro. Este Concilio cambiaría el rostro del catolicismo: una nueva forma de celebrar la liturgia (más cercana a los fieles), un nuevo acercamiento al mundo y un nuevo ecumenismo. Respecto de esto último, Juan XXIII había creado en 1960 el Secretariado para la promoción de la unidad de los cristianos,23​ una comisión preparatoria al Concilio que más tarde permanecería bajo el nombre de Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos. Era la primera vez que la Santa Sede creaba una estructura consagrada únicamente a temas ecuménicos. Para la presidencia de ese organismo el papa designó al cardenal Augustin Bea, quien luego se convertiría en una de las figuras determinantes del Concilio Vaticano II.

            Desde la apertura del Concilio, el papa Juan XXIII enfatizó la naturaleza pastoral de sus objetivos: no se trataba de definir nuevas verdades ni condenar errores, sino que era necesario renovar la Iglesia para hacerla capaz de transmitir el Evangelio en los nuevos tiempos (un aggiornamento), buscar los caminos de unidad de las Iglesias cristianas, buscar lo bueno de los nuevos tiempos y establecer diálogo con el mundo moderno centrándose primero "en lo que nos une y no en lo que nos separa". Al Concilio fueron invitados como observadores miembros de diversos credos, desde creyentes islámicos hasta indios americanos, al igual que miembros de todas las Iglesias cristianas: ortodoxos, anglicanos, cuáqueros, y protestantes en general, incluyendo, evangélicos, metodistas y calvinistas no presentes en Roma desde el tiempo de los cismas.


Canonizaciones

Juan XXIII canonizó a: 

San Martín de Porres, primer Santo negro de América 

San Pedro Julian Eymard

San Vicente Pallotti.


Últimos días y muerte


           El 23 de mayo de 1963 se anunció públicamente la enfermedad del papa: cáncer de estómago que, según su secretario Loris Francesco Capovilla, le fue diagnosticado en septiembre de 1962. El papa no quiso dejarse operar temiendo que el rumbo del Concilio se desviara de lo estipulado. Así, el mismo papa estaba firmando su sentencia de muerte.

            El 10 de mayo de 1963 se le concedió el premio Balzan, que incluyó el voto favorable de los delegados soviéticos,​ en reconocimiento a su actividad en favor de la paz y la fraternidad entre los hombres.26​ Ante el avance de su enfermedad, se trató de convencerlo de no asistir, a lo que Juan XXIII contestó: «¿Por qué no? ¿Qué otra cosa podría ser más hermosa para un padre que morir en medio de sus hijos reunidos?»

            Al fin, después de sufrir esa grave enfermedad, el papa Juan XXIII murió en Roma el 3 de junio de 1963, hacia las dos y cincuenta. Finalizó sus días sin ver concluida su obra mayor, a la que él mismo consideró "la puesta al día de la Iglesia". En la memoria de muchos, el papa Juan XXIII ha quedado como "el papa bueno" o como "el papa más amado de la historia".



 Fue canonizado por Papa Francisco el domingo 27 de abril de 2014, en la Plaza de San Pedro en la ciudad del Vaticano, su cuerpo incorrupto reposa en la Basílica de San Pedro 



viernes, 17 de abril de 2020

Papa Pio XII

Papa Pío XII





Biografía

Pío XII, de nombre secular Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli nació en Roma, Italia, 2 de marzo de 1876, en el seno de una familia aristocrática, cuya historia los unía al papado, ya que pertenecían a la llamada nobleza negra. Su nombre de nacimiento era Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli. Era el tercero de los cuatro hijos de Filippo Pacelli, príncipe de Acquapendente y de Sant'Angelo in Vado, y de su esposa la nobildonna Virginia Graziosi. Fue elegido Papa número 260, cabeza visible de la Iglesia católica, y soberano de la Ciudad del Vaticano desde el 2 de marzo de 1939 hasta su muerte en 1958. El papa Benedicto XVI lo declaró venerable el 19 de diciembre de 2009 junto a Juan Pablo II.




            A la edad de doce años anunció sus intenciones de ingresar en un seminario en lugar de ser
abogado. La mayoría de la información biográfica que existe sobre la infancia de Pacelli proviene de la obra de la hermana Margherita Marchione. Hizo sus primeros estudios en una escuela católica privada. Después de terminar sus estudios primarios, Pacelli emprendió sus estudios secundarios clásicos en el liceo Ennio Quirino Visconti, de Roma, una escuela con tendencias anticlericales y anticatólicas.

            En 1894, a la edad de dieciocho años, ingresó en el seminario de Capranica, para prepararse a la ordenación sacerdotal. Sin embargo, no soportó el internado, por lo que en el verano de 1895 abandonó el Capranica y se matriculó para el siguiente año en el Instituto Apollinare. En el seminario había recibido una dispensa especial para vivir en su casa, debido a problemas de salud.8​ Desde 1895 hasta 1896, estudió filosofía en la Universidad de La Sapienza, en Roma. 

Fue ordenado sacerdote en el año 1899 y se matriculó en la Pontificia Universidad Gregoriana y en el Instituto Apollinare de la Pontificia Universidad Lateranense. En 1899, se doctoró en teología y en derecho civil y canónico.

Funciones eclesiásticas

Fue ordenado sacerdote el domingo 2 de abril de 1899, (Domingo de Resurrección) por el obispo Francesco Paolo Cassetta —viceregente de Roma y amigo de la familia— y recibió su primera asignación como encargado en Chiesa Nuova, donde había servido como acólito.




            En 1901, ingresó en la Congregación de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios, una suboficina de la secretaría de Estado del Vaticano, en donde se convirtió en un minutante, gracias a la recomendación del cardenal Vannutelli.

            Luego de haber sido nombrado chambelán y en 1905 prelado doméstico de Su Santidad. Desde 1904 hasta 1916, El papa Benedicto XV designó a Pacelli como nuncio apostólico en Baviera el 23 de abril de 1917, consagrándolo obispo titular de Sardes e inmediatamente elevándolo a arzobispo en la Capilla Sixtina el 13 de mayo de 1917, antes de que partiera a Baviera, donde se reuniría con el rey Luis III el 28 de mayo, y luego con el Kaiser Guillermo II. ​Como por esa fecha no había nuncio en Prusia, Pacelli fue, por motivos prácticos, nuncio de todo el Imperio alemán, teniendo su nunciado extendido oficialmente el 23 de junio de 1920 y en 1925 a Alemania y Prusia respectivamente.​ Muchos de los ayudantes de Pacelli en Múnich seguirían con él hasta el final de su vida, incluyendo a la hermana Pasqualina Lehnert, ayudante, amiga y consejera de Pacelli durante 41 años.
            El 19 de diciembre de 1929, el papa Pío XI lo nombra cardenal presbítero del título de Ss. Giovanni e Paolo y el 7 de febrero de 1930 secretario de Estado, en sustitución de Pietro Gasparri.​ Pesaron los años de servicio al dicasterio regido por este cardenal, pero además Pacelli era sin duda el mejor experto en política alemana y era Alemania el país que marcaba el ritmo de la época.

Papado


            A la muerte de Pío XI, la organización de la sede vacante correspondió a Pacelli por su cargo de camarlengo. Él, precisamente, era el candidato favorito. Después de un cónclave de sólo dos días y a la tercera votación, fue elegido papa. Era el 2 de marzo de 1939. Diez días después fue coronado por el cardenal Camilo Caccia-Dominioni, protodiácono de Santa Maria in Dominica.

Antes y durante la Segunda Guerra mundial



            Pío XII fue un papa sin experiencia pastoral directa, ni en parroquias ni en diócesis, puesto que toda su carrera se había desarrollado en la administración vaticana. Fue, en cambio, un perfecto conocedor de la curia romana, en la que se movió prácticamente toda su vida. Antes de su coronación y como medida preventiva, redactó ante notario una carta de renuncia en el caso de que fuera hecho prisionero por los nazis, de forma que no ocurriera lo mismo que había acontecido con el apresamiento de Pio VII por Napoleón Bonaparte. En septiembre de 1943, Pío XII ofreció bienes del Vaticano como rescate de judíos apresados por los nazis. También recuerda que, durante la ocupación alemana de Italia, la Iglesia, siguiendo instrucciones del papa, escondió y alimentó a miles de judíos en la Ciudad del Vaticano y en Castelgandolfo, así como en templos y conventos. Lichten, escribiendo en el boletín del Jewish Antidefamation League (Liga judía contra la difamación) dijo en 1958 que «la oposición (de Pío XII) al nazismo y sus esfuerzos para ayudar a los judíos en Europa eran bien conocidos al mundo que sufre».

            Según algunas fuentes los nazis tenían un plan avanzado para raptar al papa,​ y otras fuentes afirman que Pío XII apoyó tres complots para derrocar a Hitler. Para la corriente política denominada Democracia Cristiana fue muy importante el Radiomensaje de Navidad de 1944 de Pío XII.

            En plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945), estando todavía en el poder el Duce de la República Social Italiana Benito Mussolini, su radiomensaje para la Navidad de 1944 llamado Benignitas et humanitas dio un impulso decisivo a la corriente política denominada Democracia Cristiana para el mundo entero por valorar, aunque con cierta cautela, la forma democrática de gobierno. Después de la guerra, organizaciones y personalidades judías reconocieron varias veces oficialmente la sabiduría de la diplomacia del papa Pío XII.

Últimos años y muerte

            Los últimos años del pontificado de Pío XII, comenzaron a finales de 1954 con una larga enfermedad, durante la cual se llegó a considerar la abdicación. Posteriormente, los cambios en su hábito de trabajo se hicieron notar. El papa empieza a evitar las largas ceremonias, las canonizaciones y los consistorios, y aparece la vacilación en asuntos personales. Durante sus últimos años de pontificado, Pío XII empieza a demorar las designaciones de personal dentro del Vaticano, encontrándose cada vez más difícil sancionar a los subordinados y designados como Ricardo Galeazzi-Lisi, que, después de numerosas indiscreciones, fue excluido del servicio del papa en los últimos años, pero manteniendo su título, fue capaz de entrar en los apartamentos papales para fotografiar al papa moribundo; vendiendo luego las instantáneas a revistas francesas.

            Pío XII, tenía la costumbre de elevar a jóvenes sacerdotes como obispos, como Julius Döpfner (35 años) y Karol Wojtyla (38 años), este último fue uno de sus últimos nombramientos en 1958. Él tomó una posición firme contra los experimentos pastorales, tales como "sacerdotes obreros", que trabajaban a tiempo completo en las fábricas y se unían a los partidos políticos y sindicatos. Continuó la defensa de la tradición teológica del Tomismo como digno de una reforma continua, y como superior a las tendencias modernas, como la fenomenología o el existencialismo.

            Desde su enfermedad de 1954, el papa dirigía personas laicas y grupos sobre una gama de temas sin precedentes. Con frecuencia, se dirigió a los miembros de los congresos científicos, explicando la doctrina cristiana a la luz de los resultados científicos más recientes.

            Antes de 1955, Pío XII trabajó durante muchos años con Giovanni Battista Montini. El papa no tenía un asistente a tiempo completo. Robert Leiber le ayudó en ocasiones con sus discursos y publicaciones. Augustin Bea era su confesor personal. La madre Pascalina Lehnert fue durante 40 años, su ama de llaves y asistente. Domenico Tardini, probablemente era el más cercano a él.



            Pío XII murió el 9 de octubre de 1958 de una insuficiencia cardíaca aguda provocada por un infarto de miocardio súbito en Castel Gandolfo, la residencia de verano del papa. Tenía ochenta y dos años.

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Papa Pío XI

Papa Pío XI




Biografía

         S.S. Pío XI (1922-1939). Ambrosio Damiano Achille Ratti nació el 31 de mayo de 1857 en Desio cerca de Milán, Italia en el seno de una familia acomodada y muy respetada.

         Luego de asistir al seminario de Milán, fue ordenado sacerdote el 27 de diciembre de 1879. Posteriormente continuó sus estudios teológicos en la Universidad Gregoriana en Roma. Desde 1882 ejerció la docencia de en el seminario de Padua, y seis años más tarde, trasladándose a la biblioteca Ambrosiana, en Milán, haría de la investigación científica el centro de sus ocupaciones, Achille se dedicó al estudio de la paleografía. En ese lapso edita el Misal Ambrosiano y publica algunas obras.
Fue director de la Biblioteca Vaticana en 1907, en el año 1912 el Papa Pío X lo nombraba proprefecto de la gran dicha biblioteca, y dos años más tarde, será nombrado prefecto de la misma. En 1918, aprovechando su gran habilidad para los idiomas, el Papa Benedicto XV lo envía a Polonia, primero como visitador apostólico, y al año siguiente como nuncio, nombrándolo para ello arzobispo titular de Lepanto. En 1921 el Papa Benedicto XV lo llamó de vuelta a Italia, lo nombró arzobispo de Milán y le otorgó el capelo cardenalicio. Pocos meses después el cardenal Achille Ratti sería elegido para suceder a S.S. Benedicto XV en la Sede de Pedro. Con el nombre de Pío XI.




Realidad del Mundo durante su Pontificado

Su Santidad Pío XI tuvo que guiar a la Iglesia en medio de un mundo sacudido y herido por la guerra. Su deseo más entrañable era el de lograr la paz duradera, trabajando para que el Señor Jesús llegase a ser el centro y el principio de toda la sociedad. «La paz de Cristo en el reino de Cristo» expresaba el núcleo de su "programa pontificio", y con este lema buscaba motivar a todos los hijos de la Iglesia para que aportasen, cada cual en su particular ámbito de competencia, a la construcción de un nuevo orden social según los principios que para la convivencia en sociedad posee la Iglesia.

Papa Pío XI luego de su elección


Su labor intraeclesial

En diciembre de 1925 instituía la fiesta de Cristo Rey con la publicación de su encíclica Quas primas. Convocó tres años jubilares (1925, 1929 y 1933), así como bienales congresos eucarísticos.
Este deseo de recordarle el primado de lo espiritual a una sociedad que optaba por una visión materialista, se mostraría también en sus sucesivas encíclicas: Divini illius magistri (1929), sobre la educación cristiana; Casti connubii (1930), que define el matrimonio cristiano y condena la contracepción; Quadragesimo anno (1931), que reafirma y profundiza las enseñanzas sociales que su predecesor, el Papa León XIII, desarrolló en su encíclica Rerum novarum.

Las numerosas canonizaciones que realizó tendrían también aquél mismo objetivo: Juan Fischer, Tomás Moro, Juan Bosco, Teresa de Lisieux. Asimismo fue él quien elevó a San Pedro Canisio, Juan de la Cruz, Roberto Belarmino y a Alberto Magno al rango de Doctores de la Iglesia.

En la línea de su predecesor, el Papa Della Chiesa, buscó dar un mayor impulso a las misiones. Con tal fin amplió la base de las iglesias misioneras fundando seminarios para clero nativo, y en la universidad Gregoriana instituyó las facultades de historia de la Iglesia y ciencias misionales.
En 1931 instaló una estación de radio en el Vaticano, siendo el primer Papa en usar de este medio de comunicación con propósitos pastorales.

Achille Rati, Resolvió la vieja "cuestión romana". Fue bajo su mandato cuando nació el Estado Vaticano, con motivo de la firma de los Acuerdos de Letrán con Mussolini, en 1929. Alpinista, solitario, serio, fue el primer Papa en nombrar obispos chinos y estuvo particularmente interesado en las misiones. En 1937 se publicó la encíclica 'Mit brennender Sorge' ('Con ardiente preocupación') que condenaba el nazismo. También condenó el antisemitismo. Se ausentó a propósito del Vaticano cuando Hitler visitó a su aliado Mussolini en Roma. En el momento de su muerte había preparado otra encíclica contra el nazismo.


Su legado

Poco antes de su tránsito a la casa del Padre Eterno, el 10 de febrero de 1939, el Papa Pío XI ofreció su vida por la paz del mundo, con la ilusión y esperanza de que ésta pudiese aún mantenerse en Europa a pesar de la ya muy delicada situación. En este sentido, buscó con empeño infatigable trabajar en favor de la unidad de humanidad, con la clara conciencia de que ésta no podía provenir de ninguna ideología de moda, sino de Aquél que es el único principio de unidad y comunión posible para la dividida humanidad: Jesucristo, el Señor y Rey del universo, el Príncipe de la Paz.

Para promover la revitalización y el fortalecimiento de la sociedad cristiana, dio un gran impulso a la actividad misional, con el objetivo de hacer surgir vocaciones nativas en cada país. Comprendía bien S.S. Pío XI que sólo a través de una renovada misión apostólica y evangelizadora de la Iglesia, la sociedad misma habría de ser vigorizada en sus mismas raíces, fueron significativos también sus esfuerzos por acercarse a las Iglesias Orientales separadas.

Últimos años y muerte

El 19 de marzo de 1937, otra Carta Encíclica, la Divini Redemptoris, condenaba en términos explícitos el comunismo ateo. A principios del verano de 1938 Pío XI preparaba un documento similar, y le encargó su redacción al jesuita estadounidense John LaFarge, conocido por su activismo antirracista, al que ayudaron el francés Gustave Desbuquois y el alemán Gustav Gundlach, ambos también jesuitas.​ En él se aprestaba a denunciar el antisemitismo del régimen nazi y los racismos en general, pero esta encíclica, que llevaba el título de Humani generis unitas (o Societatis Unio), nunca fue publicada debido a su enfermedad y muerte. ​ Una de las versiones provisionales de esta encíclica fue publicada en 1995, ​ y su borrador descubierto el año 2001, después de que el papa Juan Pablo II desclasificara los documentos secretos relativos al pontificado de Pío XI.

Otra encíclica muy importante de su papado es la denominada Quadragesimo anno​ que conmemoró los cuarenta años de la publicación de la Rerum Novarum de León XIII de 1891 y en la que la Iglesia católica tomaba posición por vez primera con relación al movimiento obrero.
Durante su pontificado, la Iglesia católica se fortaleció como institución y comenzó a ser un referente importante a nivel mundial no solamente en los aspectos religiosos sino también políticos. De hecho, hoy en día su servicio diplomático tiene unas dimensiones sólo superadas por los Estados Unidos.




Pío XI murió el 10 de febrero de 1939, cuando apenas faltaban unos meses para que estallase la Segunda Guerra Mundial. Está sepultado en las Grutas Vaticanas.


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